Darío Ernesto

Poema a mi Padre

A mi Padre

 

Oración y horizonte

eterna en el aire, tu canción me llama

Flamean hondo en las coyunturas

atravesándome en frágil océano,

Caigo en la mirada perdida

al caminar debajo de las sombras, bajo todo árbol tu existes

Padre.

Universo y destello

pulsar que en las memorias

aun oigo el eco del sabio consejo

hacer nido lejos, donde no hiera el hielo el tierno brote

buscar nuevos horizontes, 

completar  el viaje siendo en los hijos un forastero de ilusiones,

padre y melodía,

en el circulo de naturaleza,

sin ello nada se engendraría,

pues tu fuiste el primero

primogénito en la tierra bella

de ti zarparon sueños, de tus huesos la mujer y madre

del soplo de vida, imitaste a tu Dios y dueño

¡Oh padre me siento y te siento!

Teniendo a mi lado hijos, de tus hijos

los nietos.

Padre a ti te nacieron estos versos, este lucero temprano

para celebrarte el día de tu presencia en mi sabia

en mi sangre bravía.

pues mas allá del confín de la vida misma 

existe la prole en trascendencia

así eliminando la muerte, aun de las esperanzas

pues en ti , en tus ojos espejos de las metas

yo como un niño he hijo

 me siento ya satisfecho de éxitos

pues en ti aprendí a ser padre

discípulo igual a ti  o mayor  en conocer mundos

amasando  pan caliente recién horneado a leña

en ti leí la sabia paciencia

de seguir al árbol hasta que de sus frutos

frutos que añejos saben a dulce  y jaleas,

Padre de sabiduría,

el que cría y engendra

nada ha de brillar mas este día,

que la luz viva de tus ojos de niño

en estos versos,

en la risa de los hijos de los hijos

humanidad  debida a tus amores

tempranos y tardíos.

Siempre en mi pecho

Bienvenidos.