Yo amaba el interminable desierto,
Amaba esa calma tan celestial;
Mucho yo amaba ese sueño ideal,
Un inasequible sendero incierto;
Yo mucho amaba quedarme despierto
En la penumbra, la sombra letal,
Y repetir con conciencia cabal
Ese nombre que nunca estará yerto:
Ese nombre que yo siempre repito,
En mi silencio y en mi soledad,
Ese nombre por el cual soy y existo
Un nombre que encierra toda verdad:
Ese nombre que es un nombre bendito:
Amor, cariño, pasión y verdad…