Déjame ser
manantial de amor,
en dónde reposen tus sueños
con los míos.
Deja que en cada anochecer,
haga mío el embrujo de tu piel
y pueda decirte
muy quedamente al oído,
que mis noches son eternas,
porque no estás junto a mí.
Deja que yo te diga
y que tu alma lo perciba,
que mi corazón palpita
desbocado por ti.
Deja que yo te mire
a través de la distancia
y en un suspiro te diga,
lo que siento yo por ti.
Deja que guarde en mi memoria,
los días felices que contigo viví...
deja que quite de tus labios,
el sabor amargo
que te dejo un querer.
Deja que se junten tu corazón y el mío,
para que al unísono palpite nuestra piel.
Déjame restaurar tu alma
y sentir que vibras de emoción, al conteplarme.
¡Déjame decirte ahora!
Por qué es que yo no puedo vivir
sin tu querer.
Felina