Esta tarde lluviosa llena de fortunas e infortunios,
De momentos vacíos y de esperanzas fallidas
Ha sido testigo de mi mirada perdida,
Siempre alta, siempre al mirando al horizonte.
Me llegan y me llegan recuerdos,
Soy consciente de los males, las causas vacías
Que me llenan hoy de pensamientos
De verdades, de tu honestidad y mi valentía,
De mis ganas de no hacer nada,
Después de haber hecho y entregado tanto,
De tus ganas de arreglar todo apresurada,
Y querer lograrlo cuando se nos acabó el tiempo.
Cuando tú lo sientes todo, y yo, yo ya no siento nada,
Cuando tu estas tan lastimada y yo tan yerto,
Cuando ya no somos nada, y lo somos todo sin serlo,
Y tan distantes, estando tan cerca, y siendo extraños.
Solo espero algún día me perdones, pero no aguanto.
No puedo estar con quien no quiero, con quien no amo.
Y ahora que quieres amarme, quererme tanto,
Y decirte que lo intente todo pero no soy santo.
Ahora en esta tarde vienen a mi memoria tantos recuerdos,
Cuanta felicidad no pasamos, cuantos problemas arreglados,
Cuantas horas llorándome tus penas, estando enamorados,
Cuantas horas buscándote, aun en los días mas nublados.
Cuando recorrimos distancias incomprensibles,
Con los pies descalzos en el suelo,
Cuantas veces no soñamos, con un te amo por teléfono,
Y nos encontramos de día para soñarnos de noche.
Mi amada, ahora se la respuesta a lo que me cuestionaba,
Que haría vida mía si un día me faltaras una noche
Si no pudiera abrazarte, ni verte ni escuchar tus reproches
Como quisiera ahora no tener esa respuesta.
Todo cambia, las cosas, las personas y el tiempo,
Nosotros cambiamos y el amor fue desapareciendo,
Nuestros ojos perdieron brillo,
Y nuestras manos, ya no sudaban al tacto entumeciendo.
Nuestras palabras se drenaban, se drenaban de sentimientos,
Los te amo fueron pretextos, comodines, sin sabores,
Y nuestros besos, ellos también cambiaron, no temblaron los labios,
No saboreamos nuestros alientos.