A ti, que soñé contigo en consecutivas noches,
como hoy que vuelas, que faltas, que no estás.
A ti que rezando te encuentro en las estrellas
hoy escribo este poema, aunque no lo quieras aceptar.
Figúrate entonces mi amor las letras que te escribo
como empieza la noche a iluminarte y cómo
mi voz empieza a susurrar a tu oído que te amo
que te llamo y que te sueño, como otras noches te soñé.
Mírame a los ojos, sé que muy lejos estás,
sé que las lágrimas que salen por mis ojos
al igual que mis plegarias puedes ignorar,
pero déjame decirte que no te dejo de pensar.
A ti, de quién me siento indigno amor,
por quien sufro de gran pasión,
A ti mi amor dedico este canto y mi oración;
escucha mis sollozos y dame compasión.