No necesito más extensión ni gloria Que la aurora calmada de tu boca El hogar de mi nombre El suspiro último y primero De mis mundos sin aires No ha nacido aún poeta Ni pintor de luces cansadas Que retengan tanta belleza Reflejada de tu tez hermosa No han bebido aún dedos De tanta calma extensa y serena Apaciguar de olas y acaricias primaverales Porque mi pluma te construye de rimas Y mis labios te des-riman de llama viva Y en el transcurrir de mis sueños despiertos Me extiendo por tu reino Como azote de tempestades presentidas De semilla nueva, de trigales al viento De pasión única y poeta. No necesito más verdad Que la que tus ojos callan Y su brillo ciego invita No necesito más felicidad Que la que pierdo en tus sueños Porque este, es un amor sidéreo De latidos planetarios De tacto infinito y universal