A. Cuenca

Mis errores, aciertos y desgracia del hoy

No estoy escribiendo para excusar mis errores, solo pido clemencia por ser humano.

No pido que te quedes conmigo en este estado, solo pido salvar lo que tanto por tiempo has rogado.

 

He estado y despertado por 18 años a tu lado,

y en el medio de casi cada noche por los últimos cinco años,

de a ratos he despertado y te he acariciado, admiradote con respeto;

y hoy, después de todo este tiempo me doy cuenta,

que noche a noche, cada caricia que te di dormida, eran las gracias por tu paciencia.

 

He estado siguiendo un sueño proyecto por amor a mi familia

la que tu y yo hemos logrado con tanto sacrificio;

el de llevarlos lejos de lo que vi y veo dañino.

…y no muy lejos de querer hacer lo correcto,

los quise llevar a donde yo ya conocía, y emigrar hacia una mejor vida.

 

…pero para todo este intento, se necesitaba muchísimo dinero,

y cuando veía que no llegaría a nuestro destino,

hice hasta negocios que creíste obscuros, creándote una desconfianza de mi no merecida,

y no te diste cuenta que en el medio de todo ese caos, mi alma seguiría intacta.

 

Y seguí ese rumbo sin mirar a mis lados,

y luego de años de pedirte que me siguieras por el bien de nuestros hijos,

tarde aceptaste que sería lo correcto,

porque cuando al fin hicimos el intento, sin culparte yo te digo

que sin yo siquiera saberlo por no mirarme bien al espejo, me había quedado viejo,

cuando al fin entendí que mi cuerpo y mente ya se habían rendido.

 

…y has intentado varias veces abandonarme en medio de todos mis intentos,

y te respondí echándote y ofendiendo, pensando que cuanto antes te fueras dolería mucho menos.

…y hay muchas cosas mas que el dolor y el rencor no te dejarán entender,

pero al paso de los años, con ustedes y para ustedes he hecho y dedicado mi vida entera;

una vida que no sé vivir si no es contigo, mi fiel compañera

y hoy mi alma grita y se castiga por disolverse mi familia.

 

…y entiendo que así no podíamos haber seguido juntos,

y por eso hoy me quieres lejos de tu vida,

pero aún no despiertas a la realidad, que junto a mi vida y la tuya

se mimetizan el dolor de nuestros hijos.

 

…y quisiera poder salvarnos, apelando a la justicia divina,

darte el valor que tu mereces y que nunca dejé de ver;

y sin un proyecto en el medio mas grande que el amor por ustedes,

busco el perdón en ti para que te quedes,

…y en este intento final, abrazar tu alma fuertemente,

enamorarla cada instante hasta su médula, con el respeto que nuestro amor merece,

…y en un fuego de amor despiadado, amarnos así por siempre;

porque a pesar de mis repetidos errores, aciertos e intentos por salvarnos,

no solo no hubieron malicia ni engaños, solo por amor, quise entregarles lo mejor de mi.

A.Cuenca