Huérfanos, de por vida
Con su mirada perdida
¿Hay justicia, divina?
Pienso que esta, abolida…
Que lastima dios mío,
Qué pena y desvarió
Miran, hacia el vacio
Buscan comida y cariño…
No entiendo este sin vivir
Todos los días, en mi sufrir
Viendo su imagen, morir
Y de sus corazones el latir…
Lo siento en mi alma
Y en el corazón, un sentir
Que todos están sin cama
Y no paran de llorar y pedir…
Auxilios, mirando al cielo
Del Dios, que los abandono
Con el velo, de su duelo; sonriendo estará, el demonio…
Mientras en todo el planeta,
Lo vivimos afligidos, de dolor
Viendo sus miradas, pérdidas
Pidiéndole auxilio, al redentor.
¡Desgraciado terremoto que has arrasado Haití, dejando cientos de muertos y miles de vidas sin techo, en su latir!
Modesto Ruiz Martínez / jueves, 28 de enero de 2010