Madre te contaré
lo que mi vida ha sido´
me enseñaste a caminar
en senderos mullidos,
y en caminos de ortigas,
viendo la luna taparse
con nubes color oliva
también al sol apagarse,
en mi corazón sufriendo.
En un bosque tupido
volví ha ver florecer
Esa mata de copihues,
que siendo una llama roja
no lo incendia, sino el mío
que estaba apagado
por un cariño perdido.
Escuché el trinar del corazón
en las ramas de mi alma,
y me he convertido en palma
donde una alondra anida
haciendo mi vida festiva
a la sombra de mis años,
cantando entonado,
pues sigo enamorado
de la vida que me diste.
Si mi canto a sido triste
cambio las notas graves
para mantener alegre
la vida que me hiciste.