Niño puedes ser
Niño también puedes ser,
si dejas de desear las cosas
que no te hacen bien...
si dejas de correr
cazando mariposas de placer,
buscando que hay de nuevo que comprar,
y, abriendo tus brazos, giras
y giras, creyendo
que así podrás volar.
Niño también puedes ser
en el corazón,
si, por un momento dejas de pensar,
y, en el ala de una imagen mental
te pierdes entre nubes
o pompas de jabón.
Niño también puedes ser,
si en las cortezas de los árboles
escribes tu nombre,
enlazado a otro nombre,
usando la pluma que algún ángel
perdiera al pasar...
Niño también puedes ser,
si, de pronto, a quien odiabas,
tienes ganas de abrazar...
y no reclamas los vueltos
que no te dan...
si te molesta el sufrimiento
que tienen los demás,
si al errar te excusas por qué crees
que te pueden perdonar...
si te comes la manzana
que tenías para mañana.
Y, si sientes de verdad
que hay un ángel que te cuida...
también niño puedes ser,
y, un niño que Dios mira.