Te me acercas por la espalda
con tus manos en mis pechos
susurrándome al oído
todos tus deseos.
Posas tus labios en mi cuello
y poco a poco vas descendiendo
percibiendo mis estremecimientos,
así que me doy la vuelta
¡ahora soy yo la que manda!.
Me arqueo como tú quieres
para rozarte y excitarte,
me muevo muy lentamente
y rápidamente respondes
sin yo apenas hacer nada.
Me alzo ahora de nuevo
con mis manos en tu pecho
desabrochando tu camisa
te desnudo poco a poco
hasta que estés
como a mí me gusta.
Guías mi mano hacia tu calentura
suave , tersa y dura,
tu boca bien perfilada
suspira y me busca.
Te tumbo en la cama
y te cubro con mi alma
te retuerces con mis caricias
y mis manos no paran quietas
se dirigen de arriba abajo
¡no me gusta estar quieta!
Te gustan mis juegos
dulces y mimosos
me gusta excitarte
y siempre amarte.
Mis piernas te rodean
y mi boca jadea
o es la tuya que protesta
porque no te da llegado la hora
de perderte en mi profundamente.
Y es entonces que me hundo
alrededor de tu miembro
con movimientos rápidos-lentos
despertando nuestros sentidos.
Tu te mueves , yo me muevo
hasta ser uno mismo
alcanzando la locura
para luego fundirnos y derretirnos.
Descansamos confiados,
sonrientes y relajados,
mirándonos a los ojos
y deseando seguir amándonos.