Quiero desterrarte de mis sueños,
de mis recuerdos, de mis añoranzas;
que ni siquiera recuerde tu nombre
ni que un día conocí tu rostro;
que nunca te oí, que nunca sentí
yo nada por ti.
Desterrarte del terreno
abonado para amarte hasta el delirio
sacar tu simiente de raíz y echarle tierra
al hoyo profundo de mis melancolías.
Ya n o desesperar viendo en el calendario
los días que caen uno tras otro
desde que no te tengo.
Sacar de mis labios el sabor de tus besos;
y borrar de mi piel la huella que tu cuerpo
dejó tatuada con tinta indeleble
como si tuviera un rotulo de “propiedad privada”.
Sacaré ese rótulo hasta que sangren tus recuerdos
que no quede ni una gota de pensamiento
para ti, que no quede nada.