bocetosdedani

América lejana

Alguna vez me columpiaba de las flores,
de la mano del más noble de las aves,
regaba polen con los aleteos cantores,
y me confiaba la mar todas sus claves...

Los caminos no eran para mis dioses
los equívocos de dados mal jugados,
ni la fé pagana atraía los azotes,
callados, de un mensajero abnegado...

Arañaban, desde las altas montañas
mis aleonados gatos, enredadas nubes
entre los totorales de las mañanas;
claros, lozanos, libres e impunes...


Hoy, mi pluma agracia tu sombrero,
mi rezo es de un señor cruficado,

mis garras son para el arcabucero:
ternura y pena, de los apartados...


Aún juegan los galeones en mi pozo
a llevarse lo que queda de los otros.
Una vez fui tanto, fuimos tanto,todos,
que ya no nos queda más que nosotros...