Se ríe, y la razón no puede comprender
lo que para el corazón es sencillez,
pero cuando sonríe vuelvo a entender
porque por ella, ahora, soy poeta otra vez .
A ella le digo: no dejes de sonreír,
porque si un día lo haces vas a perder
lo más valioso que en ti puede existir,
aquello que hace hermosa a toda mujer.
Recordad que cada mujer tiene en su ser
un gran valioso tesoro en su interior,
que muy pocos hombres han conseguido ver
y que las hace únicas en el amor.
Ahora y siempre ella será el tesoro de oro
de un gran hombre que a una mujer sepa amar,
quiero que sepa que a ella yo la valoro
y que por siempre yo la voy a cuidar.