De profesión poeta
estudió en la universidad de la vida.
Se graduó en las estaciones de las metáforas.
Prefiere escribir a comer o dormir.
Descansa cuando escribe o lee versos.
En sus bolsillos guarda rimas olvidadas
y muchas veces algo oxidadas,
que esperan ser liberadas, presentadas, admiradas.
En su cuenta de ahorros las palabras se añejan,
maduran, crecen y se multiplican.
Es el interés que le da sus musas
por el afincamiento de sus nostalgias,
de sus emociones y sentimientos.
Nació poeta y creció en los versos,
se amamantó de poesía pura.
Su primera oración gramatical ya era un verso.
Su primera redacción un poema
que nunca reveló haberlo escrito.
Pues la gente se ríe del poeta,
lo ubican entre los locos.
Y sí, se dice \"soy loco, ¡y a quién le importa!
Me comeré mis poemas cuando sea la hora
de que entregue mi vida a la parca.
Y a ella también le daré versos
como a una dulce novia\".
Pocos entienden al poeta
que termina sus días
acurrucado entre sus poesías,
y bebe de la fuente de la vida
inspiración clara y cristalina.