LIZ ABRIL

DESENCANTO

Duele más tu desencanto
¡que este desencanto mío!
las lágrimas que he llorado...
ya se cayeron al río.

Sólo hay este gusto amargo

que se ha instalado en mi boca
y este cansancio tan largo
que en mi pecho se sofoca.

Si no fuera por mi risa

de cuando estaba contigo,
diría que  no hay noticias
de que yo te haya perdido.

Es más, creo que perdí

a la mujer que forjaste
a fuerza de las palabras
que con tinta remarcaste.

Hojas blancas como lienzos

en que pintaste poemas,
como pintaste mil mundos...
sólo para que los viera.

Hoy duele tu decepción

y lo que da más tristeza...
es haber aterrizado
¡de golpe y con la cabeza!