No temas a la muerte en viajes terrenales,
No temas a los enemigos o amigos,
Sólo escucha las plegarias
al pasar por todos los caminos del horror.
La Muerte vendrá hasta tí,
Y nunca más serás esclavo de la vida,
Esperando la piedad de un amanecer,
En la noche de miseria y tribulación.
Ella les amará con una ley común,
Una voluntad del Eterno Reino.
Ya no estarás condenado al lento
Y eterno dolor mortal.