La niña de mis ojos, tiene prisa.
Tanta, que confunde el plenamente, con el a reventar.
El salir , con el entrar,
el subir, con el bajar,
la mariposilla en el estómago, con el amar.
La niña de mis ojos, tiene prisa.
Esperame, corre, pero corre conmigo!
la velocidad y el ansia, no dejan que me escuche.
Su adolescéncia, es un fórmula uno
y yo, aún me muevo a caballo.