Ven hijo
quiero hablarte.
¿Tú recuerdas de niño
cuando me pegaba tu padre?
que al llegar a casa
se sentía grande
y con fuerza descomunal
lograba doblegarme
y luego entre risotadas
disfrutaba el alarde
de su superioridad;
y me daba castigos
como un cobarde,
Hasta que ya no aguanté
y me llené de coraje
para un día de tantos
echarlo a la calle
¿Y ahora vienes tú
con el mismo baile?
Tú hijo mío
que eres sangre de mi sangre
ahora que te has hecho hombre
después de penurias y hambre,
después que te cuidé
como no cuidé a nadie
y que soy una pobre vieja
que ya poco vale
me vienes con la desfachatez
de pegarle a tu madre.
No hijo, no habrá próxima vez
te lo juro por lo más grande
que si vuelve a suceder,
tus peroles y tu catre
con el dolor de mi alma
te los pongo en media calle
y te desheredó para siempre
por ser igual a tu padre.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Número 0614-1214
Maracaibo, Venezuela