Murialdo Chicaiza

DESAMOR

Ahora que adelgazo en las noches de tanta soledad

que mis ídolos están gordos y viejos

y otros  han cruzado de lo verde a lo negro

que el amor no me sacia y que penumbro

en los rincones de este lecho, me revuelco entre sábanas;

ahora que creo saber falsedades que antes ignoraba.

 

Presiento que es tarde para volver atrás

mi mente es de piedra y mis ojos apenas miran

adivino que mi corazón es un reloj viejo  

que no marcará el último segundo antes de partir:

Amor, te pido que no me abandones

en el frio de mis dudas, entre mis escarabajos irónicos

que siempre me atormentaron.

Dame tus eclipses de luz, trata de no olvidarme

sabes que solo fui un niño olvidado

que quiso ser un hombre entre las sombras de la vida

Pero a veces lo olvidas y me dejas con mis reductos

mis batallas perdidas, mis tristezas de cómico renegado.

No tocas mi piel ni siento tu ser en plenitud.

El tiempo se acaba y es necesario recuperarlo

salgamos nuevamente a recoger flores

tomémonos de las manos como si nos fuéramos a perder

recógeme, acabo de matar a dios,

llena este vacío con tu presencia, amada.