Ahora que adelgazo en las noches de tanta soledad
que mis ídolos están gordos y viejos
y otros han cruzado de lo verde a lo negro
que el amor no me sacia y que penumbro
en los rincones de este lecho, me revuelco entre sábanas;
ahora que creo saber falsedades que antes ignoraba.
Presiento que es tarde para volver atrás
mi mente es de piedra y mis ojos apenas miran
adivino que mi corazón es un reloj viejo
que no marcará el último segundo antes de partir:
Amor, te pido que no me abandones
en el frio de mis dudas, entre mis escarabajos irónicos
que siempre me atormentaron.
Dame tus eclipses de luz, trata de no olvidarme
sabes que solo fui un niño olvidado
que quiso ser un hombre entre las sombras de la vida
Pero a veces lo olvidas y me dejas con mis reductos
mis batallas perdidas, mis tristezas de cómico renegado.
No tocas mi piel ni siento tu ser en plenitud.
El tiempo se acaba y es necesario recuperarlo
salgamos nuevamente a recoger flores
tomémonos de las manos como si nos fuéramos a perder
recógeme, acabo de matar a dios,
llena este vacío con tu presencia, amada.