Luego de pasar el día trabajando a pleno sol,
termina muy agotado ese buen trabajador,
camino se fue a su casa bajo el ardiente calor
pero se sintió mareado por el fuerte resplandor...
De pronto a lo lejos ve un muchachito en un patio,
y al acercarse le dice: ¿Óyeme tu muchacho me permites que descanse yo aquí por algún rato?
”Por supuesto buen señor se ve usted muy cansado, ¿le traigo un poco de agua?
”Te lo voy a agradecer para así coger más fuerzas y llegar hasta mi rancho”.
El muchachito se fue y llega con una dita desbordante de maví,
”Tómese este maví que mi mai lo hizo anteayer”,
el hombre se le pego a la dita y no paró de beber,
y al notar su sed tan grande el muchachito le dijo:
“si quiere más yo voy y se lo traeré”...
El hombre se sorprendió que el muchacho tanto le diera
y con cierta malicia le dice “si no te regaña tu mai,
”Pues fíjese usted que no pues ella me mando a votarlo,
porque amaneció dentro, un ratón que se había ahogado”
Mirando al cielo aquel hombre y con las tripas viradas,
revienta la dita contra el suelo y comienza a vomitar,
y el chamaquito lo ve y se desespera también,
”Por favor no me rompa más la dita que es la de mamita mear”
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita