Nerea Acosta

MIS MANOS SON TUS MANOS

A ti te siento cada vez  que con mis manos recorro mi cuerpo.

Las tuyas, son las que me guían hasta los rincones que te claman.

Es tu recuerdo el que va encendiendo mi alma como una llama,

juntos descubrimos los pliegues de la pasión sin tiempo.

Mis dedos son tus labios mordiendo los míos y humedeciéndolos.

Vergel en el que reposa toda la necesidad del sabor de tu boca.

Me llevas hasta las expectantes simas de mis hirvientes pechos,

  te paseas con ternura, saboreando golosamente  su néctar.

 

Deslizantes  se arrastran hasta mi latente y erizado vientre,

presintiendo la caricia que alcanzará el éxtasis de mi locura.

Muslos que se alzan insinuantes esperando ser paseados,

cada poro que te invita a vivirlos con tacto aterciopelado.

Te acercas lentamente a naufragar en tu deseado océano,

Con olas que en movimiento te arrastran a su ardiente fondo.

El rumor del viento  me trae tu voz mientras arribas.

a la salvación de tu cuerpo postrado ante mi templo.

Estás ausente y sin embargo percibo como me miras,

tus manos son mis manos cuando sin ti nos amamos