El verano pasado,
Cuando, falte a la universidad,
Acudí, al parque de la plaza mayor.
Tenía puesto; unas zapatillas blancas
Y un buzo gris.
Y sobre las rodillas,
Una mochila llena de sueños.
Allí…
Todo era verde,
Y me acompañaba el abrigo del sol.
Cuando, de repente y en el silencio,
Apareciste tú.
Me vistes de lado,
Con tus ojos pequeños pintados de negro.
Yo te vi toda entera.
Llevabas un abrigo blanco y unas botas de pluma.
Y de reojo,
Tomándome de la mano, con tus alas blancas,
Me invitaste a un baile,
Donde, tú solo bailaste.
Al terminar tu última vuelta,
Me miraste de frente unos segundos.
Y en un segundo, me sonreíste con tu sonrisa extraña,
Que hasta ahora lo recuerdo.
Y me hablaste con tu música.
Mirándome fijamente a los ojos,
Diciéndome…!
Denis...
“no se termina el querer,
solo porque, No estoy contigo “.
No, me iré...
No, moriré...
NO... NO...
NO, si tú nunca me olvidas.
Desde ese día, cada fin de mes…
Voy a verte…