Te quiero, mi voluntad se desmaya,
ante tus besos.
te pienso con los labios,
y te descuelgo de mis deseos
te entiendo, como la madre entiende,
la jerga de los niños
Te veo aunque ciegas mis ojos
con la tierra de tus caminos
Te escucho, en el burbujear de la cafetera
y en el canto nocturno de los grillos,
Te presiento en los miedos de los pasillos,
Te busco, en la casa vacía del silencio
y no te encuentro.....
Te sueño enredado en mí como una zarza,
Te siento en el frío de mis orejas
Te toco con los dedos de mis anhelos
Te encuentro en la taza de café de todos los días
Te extraño cuando la soledad
se abraza con mi cuerpo
Te sufro con la despedida
en la antesala de la muerte....
al saber que nunca serás mío