Pasó con su mirada a la tarde del abismo,
por donde caen muy hondas mis penas,
así, a su elegancia llora un lirismo,
mitologica \"diosa\" de ATHENAS.
Siempre sola, mas un \"dios\" la seguía,
en una larga procesión religiosa
que engendra su credo en agonía
así como feligrés que ofrenda una rosa.
Pero nunca tus ojos me miraron,
y, volteando por la esquina del dolor,
tus dos soles fríos no se apiadaron
y, vestido de cilicio ; murió mi amor.
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John Morales Arriola.