Gamaniel García Quevedo.

POESIA AL CEMENTERIO

POESIA

CEMENTERIO  APOCENTO ETERNO

La ciudad de todos, donde duermen,
eternamente nuestros últimos recuerdos
ahí termina, el calor, dolor, amor, y el frió
lo que no termina nunca, aún que último, es el olvido.
I
Ahí no hay precio a nada, todo queda en lo mismo.
es por eso goza ahora, porque lo que falta lo hará, nuestro vecino,
nuestros restos, no valen mas que un perro
mirado, bien o mal por el mismo dueño.
II
Era todo Santos, y muchos llegaban a visitar sus familiares,
algunos tomaban reían, como si ya fuese, un alivio el fallecido
mientras que las huellas de los recién muertos sangran,
con llanto, en todos los dolidos.
III
Llego la viuda, con su esposo y sus nuevos hijos 
preguntó la niña, ¿porque pones flores, quien es él mamá?
la madre contestó, ¿a? el fue mi primer esposo, ¿a? dijo la niña
y porqué mi papito se retira, y porque él también no pone flores,
la madre contestó, porque él y el de la tumba, sufrirán en silencio eternamente.
IV
Pero la niña termino diciendo, cuando mi papito muera
entiérralo a su lado, para yo ponedles a los dos floresitas
y la madre termino diciendo, así es pues hija, todo mueren
pero menos los recuerdos.
v
Recuerdos, de que mamá dijo la niña
y para esto, ya llegaba su esposo
teniendo todos, que retirarse en silencio.
VI

Autor:Gamaniel García Quevedo.