Siempre espero soñarte, pero al final empiezo a extrañarte
Siempre en los sueño apareces desnuda, como el aroma de las rosas
Siempre apareces distante, indiferente a mi mirada
Indiferente a mis besos que no te tocan
Tan distante como la música de los grillos
Tan perfecta como la melancolía
He empezado a extrañarte, pues casi es hora de los recuerdos
Casi es hora de nuestra historia
Casi es hora de mis lamentos, de tu color infinito
De la danza qué explota la seducción de tu cuerpo
Es hora de que mis brazos no te alcancen
Que mi boca te persiga, y se confundan mis recuerdos.
Espero en estos sueños, encontrarte despierta
Encontrarte cercana y al vez perfecta
Encontrarte en mi cama cada vez que despierte
Con tus labios rojos, tus ojos sin fin
Que me pierden en el misterio del placer
Espero seguir tus labios, no llegues tarde a mis sueños nunca más.