Un amor calladito
ha nacido en mi alma,
se aloja en mis adentros
como pajarillo preso.
No sabe de gorjeos,
no sabe ni de vuelos,
solo sabe esconderse
en mis muertos anhelos.
Un amor que reía
un amor que cantaba,
perdió su melodía
olvidó la alegría.
Se esconde aquí en mi alma,
su refugio nostálgico,
le prodigo alimento:
semillas de recuerdos.
Y bebe de mis lágrimas
para no estar sediento.
Está aquí, quedito,
a veces, saluda a algún recuerdo;
luego, vuelve al rincón
donde viven sus sueños.