bonifacio

Chocolates Mi Diosa

Cuando yo era joven y hacía bien las cosas

me enamoré de una chica de neón

pero yo la obnubilé con un ramilletes de rosas

con chocolates Mi Diosa

con mis suspiros de amor.

 

Estaban en su punto

dos velas primorosas

las burbujas vaporosas

de un champagne alemán

una cena inolvidable

una música armoniosa

tu mano en mi temblorosa

mano ansiosa de amar.

 

 

Fue una velada maravillosa.

 

Un beso anticipó la escandalosa

escena final.

 

Como yo hacía bien las cosas

me presenté con tu papá

y le dije que yo era el padre

de esa creatura venturosa

que si bien entraba en su mundo en forma inescrupulosa

tenía unas ganas inmensas de triunfar

que su hija me gustaba

que era preciosa

y le pedí que fuera mi esposa

y lo abracé además.

 

 

 

Pero como ahora no hago bien las cosas

más bien las hago desastrosas

espero la última carroza

que me es imposible cambiar

ya no regalo flores

ni chocolates Mi Diosa

ni cenas ni me late

el corazón a la par.