Sin ti, la barra de mi bar,
ya no es la misma.
Desde que te marchaste,
por aquí, todos nuestros
amigos, añoran tu sonrisa,
que tus labios regalaban
cuando servías unas copas,
al compás de una canción
que cada noche bailabas.
Hoy, en este instante,
veo la barra vacía, sola.
Sin nadie para admirarte.
Ahora que ya no estás,
te lloro en mi mente,
al pensarte.
¡Tú! Mi amor. Aquí faltas tú.
Para recuperar en este
triste bar la alegría.
Para que regresen, aquellos
que tu bonita sonrisa atraían…
Hoy que al sentarme, recuerdo
la barra donde bailabas.
Me embriago de esos momentos
recordando tu sonrisa cuando
a mi lado, borrachos de melodías,
tu cuerpo de bailar no se paraba.
(ermanué)