Yo le canto a tu hermosura Con los verbos nacidos de la tierra Donde de espera, la verde insignia crece Y el noble romero reina Roja flor de cáliz virgen entre acículas secas y mustia sangrante Mi amor es un oasis de perfume Encarcelado, bajo los pétalos de tu carne Yo alcanzo la semilla de mi dominio Repartiendo sangre por todos los caminos Reina y señora de los jardines señoriales Amapola, clavellinas , roja carne y besos Tu boca es el triunfo de los colores De cualquier primavera, su felicidad más desnuda Mi razón es un monte milenario sin amaneceres Mi corazón, una simple flor adelantada al invierno Un faro de fuego, en mitad de la noche