El arrullo de tu voz
me hacen día a día inventar peldaños,
crear caminos, y a tu espíritu
llegar.
Absorber tu alma ambiciono,
deslizarla a la mía,
donde cada latido del corazón,
al paraíso me trasporte.
Arrullar mis quereres con el brillo
de tus ojos.
Los encantos tuyos,
mis voluntades envuelven,
en la piel liberan
mil pasiones veladas.
Un torbellino de suspiros, de mi pecho
escapan.
Me llevan a lo ignoto de tus sueños,
donde trato de descubrir
tus ocultas ilusiones.
Al despertar el día,
tu rostro distingo entre los rosales
de mi jardín.
Sonriendo alegremente.
bambam