Y ahora que cruzamos lanzas y espadas,
Cuando antes intercambiábamos palabras.
Ahora, que nos damos la mano,
Y antes siempre permanecíamos unidos en abrazos.
Ahora qué pintamos las paredes, de insultos y amenazas
Cuando siempre eran blancas.
Ahora que los perfumes, no nos reconocen.
Las voces, nos extrañan.
La mirada nos convoca, a una larga batalla.
Ahora que tengo la sangre quieta
Donde antes fluía ligera por mis venas y arterias.
Que se torna, espesa de la amargura, de la sin razón y la mentira.
Ahora, que tengo el aliento detenido, por el tiempo
Y este tiempo, me está haciendo viejo.
Ahora, vienes pausa y me dices, que lo siento.
Ahora, que soy adicto a la vida,
Por eso tengo los pies anclados a la Tierra.
Los ojos abiertos mirando las ventanas viejas.
Los brazos y mis manos abrazándose, recogiendo lluvia, sol y arena.
Respirando oxigeno, como quien respira de tus besos, su aliento.
Y mi corazón bombeando burbujas rojas, del carmín de tus labios.
Ahora que soy adicto a la vida,
Y mi vida adicta de tu sexo.
Ahora, empezaré de nuevo.
La relación que mantuvimos fue larga
Pero aun más larga, fue la que no tuvimos.
Por eso, soy adicto a la vida.
A otra, pero adicto a la vida.