Bajo la lluvia encontré tus besos,
Los dejaste bajo los pétalos de una rosa,
Resbalando en gotas al lado del camino,
Con tu risa en aquella banca mojada,
Junto a la melodía de unas dulces notas.
Colocaste en madera, de aquel árbol de testigo,
Dos letras mayúsculas con una y unida,
Dos iniciales, dos nombres, dos personas distintas,
Queriendo inmortalizar con navaja el evento,
Este encuentro inesperado, de tu destino y el mío.
El sendero se convierte en olvido,
Las calles son todas nuestras,
Ríos corriendo por el asfalto.
Al amparo de un rocío venido a tormenta,
El calor de tu cuerpo juntito al mío,
Evapora lo empapado, escurriendo de las ropas,
En un abrazo que no cesa, los besos saben a gloria.
Bajo una cortina de agua, mis manos en tu piel
Lubrican este amor que llevo por dentro,
Que placer de la lluvia al amarte así este día.
Corrientes fluyen por nuestros pies,
Luces brillantes, el cielo grita,
En un instante sigue siendo día,
Opacando la oscuridad y su amargo llanto.
Mientras todo y nada importa,
Mientras tus labios bailan con los míos,
Mientras acaricio tu cabello mojado,
Mientras siento tus manos aferrandose a mi cuello,
Mientras rozo mis dientes a tu oreja,
Mientras te susurro lentamente al oído,
La palabra Te Deseo...
...Te quiero
... Te Amo.
Autor. Hernandez G.