(OCTAVA REAL)
Me marcharé contento de esta vida
si bien cumplidos mis deberes, parto;
prefiero acelerar la despedida;
no estaría nada mal un infarto;
no quiero ser la manzana podrida,
deseo que de mí nunca estén harto;
y les ruego disculpen la tristeza;
el ser feliz siempre me dio pereza.