Mis playas ya no se bañan con las olas de tu mar,
Ni mis pétalos de rosa, reciben el rocío de tus mañanas,
Aquellos besos tan deseados, se han convertido en recuerdos…,
Y de mis ojos, brota agua como manantiales.
El fuego de mi vientre, aún conserva de tu pasión la hoguera,
El seco desierto de mis labios, anhela el agua dulce de tu boca,
El silencio, ha tomado el lugar de tus palabras,
Y mi corazón desfallecido, llora sangre por tu ausencia.
Más tu esencia, quedará a mi piel adherida,
Pues motivos tiene mi alma para adorarte,
Prisionero te quedaste en mi alma...,
Y son tantas las remembranzas….. que jamás podré olvidarte.
Claudia Alhelí Castillo
25-06-14