El atardecer se acerca…
Hay ese viento tímido,
esa incertidumbre de las aves migratorias
pues necesitan decidir entre volar un tramo más
o encaramarse en un árbol Para salvar la noche,
los insectos todos y las abejas,
han apagado de sus alas los motores
El sol somnoliento se desdibuja,
las hojas tímidas se mueren de frio,
la luz se mira vanidosa, en el agua por última vez,
las espigas celosas guardan sus granos,
y los árboles artríticos, se mecen como olas para llamar la noche,
la intensidad de la luz herida, se desparrama en reversa,
mientras los tristes campesinos, a sus casitas precarias entran,
entre la inconformidad de sus animalitos en corrales,
El cielo se limpia, como preparándose a encender pequeñas luces,
de pronto el bosque entero en algarabía llama la noche,
la celestina del universo, se dispersa entre escondrijos entre los
senderos, nace de las plumas de las aves,
he inunda todo, un metódico búho, da la señal para que los grillos se
enciendan al unísono, dando la partida del concurso de las ranas,
quienes desaforadas estallan sus pechos, indicando el camino de las
alimañas, dando pautas a las criaturas de las noche,
y guiando las travesuras de las arañas.