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274. La MáS PeQuEñA pErLa EnCaNtAdA [mini-cuento infantil]
Fue el recuerdo más bonito de su infancia enriquecida
por la perla sofisticada que de forma singular
tanta alegría propiciaba...
Allí se encontraba posada, serena se destacaba
sobre un montículo ubicada, toda de blanco pintada.
Tenía forma rectangular que con su belleza contrastaba
con la esmeralda que de matices la rodeaba
con belleza natural, aunque ella artificial,
se veía tan bonita… con su encanto descomunal…
Una joya provisora a la diestra ya brotaba,
y la madre serena cuidaba, en tanto que siniestra
de altibajos se esperanzaba y como corrales se mostraba
a los más chicos para jugar…
Entretanto el ulterior en un gran patio se fusionaba
con los alrededores que natura de esperanza colorida
salpicaba de arreboles, las más extensas moreras
y un cúmulo de flores, e incluíanse variados olores
de espléndidos limonares, naranjos, guamos y saucos
que su fragancia combinaban con eucaliptos
que tan erguidos, altos y entretenidos
en gran venía se inclinaban al mecerse con el viento
a la entrada empedrada de la casa principal…
Qué linda perla encantada, frete a la única vía pavimentada
por donde todo vehículo transitaba.
Allí transcurría la infancia hasta discurrir la adolescencia…
Qué gran riqueza de otrora… Qué escases se vive ahora
con la sazón enconada, invadida de humo deforme,
de cemento está la mole y de grises atardeceres…
sin la natura asomada ni perlas encantadas
que aviven la mirada del que entre bóvedas prematuras
su cerebro cuece y consume… mientras parte a ultratumba.
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© y D.A.R.de esthelarez de Colombia
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