Quiero morder tu carne, salada y fuerte,
empezar por tus brazos hermosos como ramas de ceibo,
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza hurgando la ternura,
ese pecho que suena a tambores y vida continuada...
Quedarme allí un rato largo enredando mis manos
en ese bosquecito de arbustos que te crece suave y negro
bajo mi piel desnuda seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo, hasta llegar allí ese lugarcito-apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia que se adelanta a recibirme
y viene a mí en toda su dureza de macho enardecido...
Bajar luego a tus piernas firmes como tus convicciones guerrilleras,
esas piernas donde tu estatura se asienta con las que vienes a mí
con las que me sostienes, las que enredas en la noche entre las mías blandas y femeninas...
Besar tus pies, amor,que tanto tienen aun que recorrer sin mí
y volver a escalarte hasta apretar tu boca con la mía, hasta llenarme toda de tu saliva
y tu aliento hasta que entres en mí con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados en la arena de las sábanas.....
por Gioconda Belli...