Te propongo conversarnos los sermones aquellos que dejamos en el baúl del tiempo, que nos bebamos el orgullo y recorramos el sendero que alojaron nuestros recuerdos. Quizás sea necesario perdernos para siempre el uno al otro y dejar que el vaivén de la vida valla meciendo las palabras rotas de tantos desencantos….
Es mejor no entender el prodigio de habernos abandonado de tanto en tanto, de tanta ida y tantos retornos; romper aquella fuente de sentimientos paridos en nuestros vientres… Alojados en los huecos y los vacíos...
(No éramos tierra para germinarnos)
Comprender que herimos la piel de nuestros adentros y que en el momento de ira fueron las palabras dagas, perforando el aire y nuestros sentidos…
Quizás confundimos el empeño fortuito de los impacientes rastros… De amores pasados que jamás debieron serlo... Quizás, quisimos sentir que nos abordaba aquel sentimiento, cuando nuestras almas zozobraban en el intento…
Puede que el olvido exista para tu esencia, mientras algunos seguimos profesando recuerdos a una inexistencia muerta…
Quizás algún día pueda decirte a los ojos, conocí al olvido y ahora entiendo como era tu profeso…
Tú al lado de tu olvido…
…yo por mi lado
y tú por el tuyo…
Le haremos votos
a lo que mucho que sembramos
y lo poco que segamos… (de ti y de mi)
Tú lastimado por otros
y yo las lastimada por tu orgullo…
ciegos, mudos
perdidos…
No somos más que dos hojas
resecas por el otoño…
Muriendo poco a poco
en un ocaso cualquiera
justo en el instante
donde empieza el crudo invierno…
No somos más
que pensamientos muertos
del cuento aquel que empezaba
“alguna se amaron”…
No somos más
que huellas borradas por el pasado…
Intentos,
erráticos intentos de encontrarnos.
despojo de sueños…
…que jamás soñamos…
Aceptemos entonces que todo queda
en un hasta siempre
sin importar haber callado,
y no enfrentarnos…
Andra Neira Chile - 2012
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