Frente al cielo descubierto
en una noche clara ,
de profundidad azul ,
sentados en el muelle
que con sutileza ,
baja a las aguas del lago ,
que colinda con la cabaña
en la cual nos retiramos
por temporadas ,
donde la vida ,
sòlo somos tù y yo ,
bajo ese manto azul
que se besa con el lago ,
dos copas de vino ,
le otorgaban tibieza
a nuestro interior ,
que nos hacìa dibujar
cantidades de besos y
comentarios de lo bello
de la vida que respiraba
a nuestro alrededor ;
asì gozàndonos
en toda la extensiòn
de nuestras emociones ,
dos luceros atravezaron el infinito ,
los cuales en su sigilo ,
dijeron nuestros nombres
hacièndo parpadear el cielo ,
el cual asintiò en nuestros corazones ,
estos momentos de amor de pareja
no deben finalizar aqui ,
en este valle màgico ,
que el universo formò
con un brillar
para deleite de la humanidad ,
que busca el encuentro
con la naturaleza ,
debe continuar en el medio
de los edificios
y en el tratar con la humanidad .