Miríadas de rayos emanan de tu
Tu cuerpo impoluto, siempre
Despidiendo exquisitos aromas de
Lavanda, mirto o
Naturaleza exuberante.
Juntos, con la complicidad del
Silencio, hemos ido a cabalgar
Montados sobre potros de nubes
A la insondable esfera celeste
Para vivenciar el exquisito vuelo
Etéreo de los querubines
Y juntos lloramos de alegría.
¡Qué gratificante es darle rienda
Suelta a la magia de la imaginación!