gaston campano

Viento de invierno

En medio del silencio

de una calle dormida

el viento la recorría

entre puertas y ventanas

las unas fuerte abría

mientras las otras cerraba,

levantando huellas frescas

para disiparlas

y nadie se diera cuenta

que las huellas volaban.

El frío busco un alma

para poder empalarla,

y conversar con ella

sobre la inmensidad

pues no había humanidad

a quien poder congelarla.

Así se convirtió ahora

en clavos de hielo brillante

para remachar la madera

de neblina plateada

cuando nadie lo miraba.