Vivo entre la clara luz y las sombras,
Vivo con mi esperanza hecha pedazos;
Vivo, alma mía, siguiendo tus pasos
En espera de ser yo el que tú nombras;
El recuerdo con el que más te asombras,
El hombre que te roba mil abrazos,
Cuando tú buscas amor y no mazos
Que te maltraten con vanas deshonras;
Eres mi luz, grandeza reprimida,
Esa esperanza que alienta callada,
Que está muy presente y muy escondida
Como la diosa más bella y sagrada,
Donde inestable mañana se anida
Y espera que su voz sea escuchada…