Me miro en tus ojos, tan tiernos y bellos,
veo en su reflejo, hermosos destellos,
esos que iluminan y avivan mi vida,
esos que caminan mi mismo camino.
Tomados de las manos, un beso en la frente,
acariciando las canas, que ya están presentes.
que tiernas caricias, que dulce armonía,
sin mas pasiones, que el amor de la vida.
Caminamos despacio, saboreando el paisaje,
la luna hace reflejos en tu pelo de plata,
mi dulce poeta, amor y sonrisas,
pasiones sublimes, las que nos habitan.
Amor de mi vida, tu me regalaste,
para mis últimos años, tu bella compañia,
jamás separarnos, mientras dure la vida,
viejitos estaremos y seguiremos amando.
Con caricias y ternura, con amor y dulzura,
la vida se completa, teniéndote a mi lado,
sentados muy juntitos en un mullido sillón,
besándonos dulcemente, frente al fogón.
MARIA HODUNOK.