Guardo en mi pecho
una mirada de nostalgia,
un color, un perfume y un silecio,
una luciérnaga, un suspiro
y la arboleda de mi huerto.
Sentir en el rostro la lluvia
con mi pena solidarizada,
el eco de su nombre en la llanura
y el sonido de unas tristes campanadas.
Guardo en mi alma
un momento de suspenso,
una canción, un latido,
una pasión y un verso sentido.
Sabor a recuerdos refractados
con aromas de jazmines y jacintos,
añoro la felicidad de unos años,
los mejores que he vivido.
Guardo en mis dedos
la caricia de sus manos
que sobre ellos marcaron
los besos de sus labios.
Es un vivir en el vacío
caminando perdida la mirada,
son en la mañana las gotas de rocío
lágrimas vertidad de añoranzas.
Guardo en mi cuerpo
el calor de unos besos,
una metáfora, un recuerdo
y la magia sublime y efímera
en el reflejo de un momento.
Tesoros y momentos que paso
de una mañana de ocaso,
de una luna llena y sus secretos
en la noche de mis desencantos.
Guardo en mi corazón
el primer amor apasionado,
la sonrisa de un recuerdo,
el dolor y la sin razón
de no tenerle a mi lado.
Fina