Todos te ven en la calle
caminando sin sentido
o en un rincón, escondido
suelen verte dormitar.
Cuando algunos, al pasar,
te encuentran en su camino
cambian pronto de sentido,
rehúsan verte mendigar.
Más, siento felicidad
cuando alguien se detiene
y gentilmente te ofrece
al menos un caramelo,
apreciando ese momento
que solo con tu mirada,
entre perdida y cansada
le agradeces ese gesto.
Te dicen “el pordiosero”.
Otros te llaman “El loco”.
No te rechazan tampoco,
pues, podrías ser su abuelo.
en el blanco de tu pelo
hay historias de fracasos
y ya bajaste los brazos,
pero sigues siendo bueno.
Todos saben, por supuesto
… la vida te ha maltratado.
Tus virtudes del pasado,
en indigencia se han vuelto.
© ESCRITOR INGEL LAZARET