Al despertar cada día
con tu cuerpo junto a mí,
siento la sangre en mis venas
como comienzan a hervir.
Porque, el calor que desprende
la textura de tu piel,
produce un escalofrío
desde mi cara a los pies.
Me vuelvo loco “perdío”,
al despertar la pasión
que produces amor mío,
dentro de mi corazón.
Ardo en deseos de amarte
por tu dulce despertar.
Tembloroso, al besarte
esa boca de cristal.
Penetro dentro de ti,
sediento de tu querer...
Muriéndome enloquecido,
borracho de tu placer.
30 de Octubre de 2011 a la 0:54 h
(Ermanué)