Me duele tu tristeza,
me impacienta tu inacción.
¿Hasta cuando el estoicismo
sobre las aristas afiladas de la vida?
Corre la sangre de tu sangre,
se desliza por las calles de tus días
¡Despierta! Acaso
¿Se heló tu corazón?
¿No comprendes?
Anhelo disipar el vaho
que te vuelve somnolienta.
Más solo con letras
me es permitido buscarte.
Reacciona, el Amor te espera
anhelando redimir tu condena.
No te tardes.