Por seguir tú juego,
Llegue al país de las maravillas,
Ahí me esperaba Alicia:
¿Cómo va a terminar una historia que nunca empieza?
Esas fueron sus palabras,
Las cuales dieron paso al silencio.
Luego,
En aquel no cumpleaños,
Apareció un sombrerero,
¿Estás loco?
Preguntó,
Lamento decir que eso es cierto,
Cuan loco he de estar,
Para haberte amado tanto,
Y tan solo haber recibido besos.
\"Ya no hay tiempo\"
Grito aquel conejo,
Con esa mirada tan peculiar,
Pues no,
Ya no hay tiempo,
Ya no más,
Fíjate si tan poco tiempo hay,
Que aunque tanto te he amado,
Ya no tengo tiempo para amar.
\"Perderás la cabeza\"
Dijo aquella reina mala,
Sin saber,
Que ya la había perdido,
Junto a aquel corazón,
Que tanto te ha dado y sin compasión,
Como una reina has destruido.
Entonces,
¿Cómo fue posible amarte tanto?
Un acertijo,
De millones de lágrimas sin resolver,
Y solo puedo decirte,
Que el mar existe gracias a ellas.